El Congreso de la República ha desatado un problema mayúsculo al imponer el rediseño del Sol peruano mediante la Ley 32251. Esta norma obliga al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) a incluir el escudo nacional y el lema “Firme y feliz por la unión” en el efectivo, pero lo que parece un detalle simbólico amenaza con generar un caos económico real.
El BCRP advierte sobre complicaciones en el rediseño de la moneda peruana
Julio Velarde, presidente del BCRP, expresó su inquietud el pasado 21 de marzo. Aunque la entidad acatará la ley, el rediseño del Sol peruano no es tarea sencilla. “Las monedas actuales no tienen espacio para el nuevo escudo ni el lema. Agrandarlas sería costoso y obligaría a modificar todas las máquinas que las aceptan”, afirmó. Reducir el diseño, en cambio, pondría en riesgo los elementos que garantizan su autenticidad.
Alertas ignoradas por el Congreso
El BCRP intentó evitar este desastre. Entre enero y febrero de 2025, envió al Congreso una Ayuda Memoria pidiendo ajustes a la Ley 32251. El nuevo escudo, con cuatro estandartes, y el lema ocupan demasiado espacio, desplazando detalles esenciales como las ramas del escudo de armas actual. En monedas pequeñas, como las de céntimos, el rediseño sería ilegible, complicando su reconocimiento por los ciudadanos.
El rediseño del Sol peruano pone en juego la estabilidad económica
El rediseño del Sol peruano también pone en peligro su seguridad. La nitidez de la acuñación es clave para evitar falsificaciones, pero incluir el escudo y el lema la sacrificará. Esto no solo dificultaría su uso cotidiano, sino que facilitaría fraudes. A pesar de estas advertencias, el Congreso pasó por alto las consecuencias, dejando al BCRP con un año para resolver el problema.
El precio de un capricho legislativo
El BCRP propuso mantener el escudo de armas en el efectivo y hacer opcional el lema, pero la ley ya está vigente. Implementar el rediseño del Sol peruano implicará millones de soles, ya sea agrandando las monedas o rehaciendo su estructura. Un costo que recaerá sobre una economía ya golpeada, todo por una norma que prioriza gestos vacíos sobre la practicidad.
En un país donde el poder se disfraza de simbolismo, el rediseño en el Sol peruano es otra prueba de cómo decisiones mal pensadas afectan a todos. Este rediseño innecesario podría desestabilizar el sistema monetario y, con él, tu día a día.